El espíritu de exploración y superación es innato en el ser humano. Lo lleva demostrando milenios en cualquier ámbito, desde el descubrimiento de lo que había al lado de la tribu y más tarde a las estrellas, hasta investigar cada célula del cuerpo e incluso ir siempre cada vez más allá en récords deportivos y estudios de ingeniería.
Y esto también es aplicable a los videojuegos por muy salto a lo loco que parezca esta afirmación. No, no estoy hablando del fan que se pasa todos los Souls con una guitarra, los ojos vendados, tocando la macarena con una armónica y con un matasuegras en el culo para ir más allá.
Hablo de cómo cada jugador experimenta un juego en un momento de necesidad. Cuando alguien empieza a jugar quiere algo que le anime a seguir, que lo rete y le entretenga a partes iguales. Eso sí, dónde está el punto que separa la frustración del empuje a mejorar es algo que, además de personal, no pretendo traer esta vez.
Lo que sí quiero tratar es cómo se afrontan estos momentos, lo que ofrece el mismo juego y los medios para ayudar en según que situaciones al jugador y cómo parecen verse no sólo a ojos de los demás (en según que entorno) sino además a los propios.
Cuando no quieres mirar la guía pero sabes que ahí están las respuestas
Todos nos hemos atascado alguna vez jugando, bien sea porque es el típico puzle de ordenar piezas, porque la mazmorra se mueve con palancas y no atinas a moverte a través de la misma, porque el jefe de turno de revienta básicamente con pestañear o porque la forma de conseguir X objetos no es que sea muy explicativa.
En ese momento ¿Qué hacemos? Yo siempre he sido defensor de tener opciones en los juegos y me parece que aquí todos estaremos de acuerdo. Es decir, si cargarte a Manolo, destructor de cráneos es muy difícil, puedes subir de nivel, conseguir equipo u objetos, mirar alguna guía e incluso bajar la dificultad si mi habilidad no da para más.
Ante estas últimas opciones existe cierta reticencia al menos a nivel público y siempre me ha parecido curioso. No hay que irse muy lejos a ver los típicos ejemplos elitistas de gente asumiendo que sólo hay una manera de jugar. Esto hace que la gente, por orgullo propio (el espíritu de superación que decía al principio) no utilice estas opciones sino que además, las vea como algo vergonzoso o un recurso incluso para débiles.
La realidad es completamente distinta. Los videojuegos están dentro del mundo del ocio y su función principal es esa, entretener. Más allá del orgullo personal y alguna medalla virtual no hay nada especial al completar un videojuego y el tiempo que tenemos para jugar a todo es cada día más escaso ¿Qué problema hay entonces en aprovechar algo que ofrece el propio videojuego para salir del atolladero si llegamos a un punto de frustración?
"Hola, soy Nihon y uso guías o cambio la dificultad de un juego cuando me atasco mucho"
No estoy hablando necesariamente de tomar decisiones radicales al encontrar el mínimo obstáculo, pero seamos realistas. En cualquier otra disciplina de ocio que se quiera practicar o conocer junto con la práctica hay gente que asesora y mucha información al respecto para mejorar.
Por ejemplo libros para mejorar tu juego de ajedrez, táctica en fútbol, técnicas para aprender idiomas… y no creo que nadie se tome a mal tener que consultar otro libro si lo que le han enseñado en clase no lo ha acabado de entender bien y necesita ayuda.
Cuando por fin superas ese jefe a la primera en una dificultad menor
Esto no quiere decir que no sea tremendamente gratificante superar algo por uno mismo con esfuerzo y dedicación y entiendo perfectamente que es ese subidón de superación el que se busca cuando uno juega más al límite. Sin embargo uno puede estar igualmente satisfecho por completar su aventura usando medios para ello porque al final lo que quería era jugar y terminar ese juego.
Y creo que todos sabemos que esto último no se suele hacer muy público. Es más, ya he comentado alguna vez cómo la gente tiende a criticar una dificultad baja (por muy subjetivo que sea esto) como una mala experiencia aunque sea un juego para que todo el mundo lo pueda disfrutar.
En definitiva, con el paso del tiempo y más recientemente en los últimos años he llegado a ver cierto rechazo a usar este tipo de ayudas que, en algunos casos incluso están dentro del propio juego, y que no son más que un medio para completar un videojuego en el caso de necesitar ayuda.
Así pues ¿Realmente alguien puede tener una experiencia "inferior" si utiliza guías o juega en fácil? ¿Habéis rechazado alguna de estas opciones por pura cabezonería? ¿Las usáis de manera habitual o puntual?