Me fascina como con sus dos cojones morenos insiste en que, como la señal sale de su casa, es internet público y lo puede usar. Encima después de 2 años va tan pancho y le recrimina que haya puesto una contraseña.
Lo mejor el de la casa diciendo "Como me va lento porque lo usaba alguien más, he decidido ponerle una contraseña" y el vecino gorrón en todo su esplendor "a mí me da igual lo lento que va".
Maravilloso.