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Unto The End Análisis: No mires dentro del abismo

Una aventura cruda en busca de la supervivencia

Unto The End comienza de una manera peculiar. Un texto sobre una pantalla negra nos dice que olvidemos los prejuicios con los que vayamos y nos advierte que el combate está hecho a propósito para ser difícil, podremos morir fácilmente y perder parte de nuestro equipamiento sin siquiera darnos cuenta.

Al principio puede resultar raro ver algo así, pero, conforme empiezas a jugar, te das cuenta de que los desarrolladores estaban en lo cierto. Unto The End es un juego diferente al resto, una travesía donde deberemos pulir nuestros reflejos con un combate duro en un mundo desolador.

El magnífico baile entre la vida y la muerte

El título nos pondrá al control de lo que parece un señor de mediana edad, digo parece, porque la historia de Unto The End es un poco ambigua y no queda clara del todo. En consecuencia, casi todo queda a libre interpretación del jugador.

Pese a la ausencia de diálogos, la historia se nos cuenta a través de todo lo que vemos y de una ambientación excelentemente lograda. Comentaré esto más adelante, primero, hablemos del punto fuerte del juego, su combate.

Tras perseguir a un ciervo en busca de alimento, nuestro protagonista sufrirá un accidente y terminará en una oscura cueva llena de peligros. El combate de Unto The End es difícil, uno que pondrá a prueba los reflejos del jugador mientras se juega su vida. Contamos con un ataque alto, un ataque bajo, un bloqueo alto y un bloqueo bajo, además de estos 4 movimientos básicos, también podremos rodar, empujar a nuestro enemigo, engañarlo con un ataque falso y lanzarle un cuchillo.

Con unas mecánicas tan simples, el titulo exigirá lo mejor de nosotros para derrotar a cada enemigo, la curva de dificultad está hecha a propósito para morir primero y aprender después. Conforme progresemos, los enemigos contarán con mecánicas diferentes, ataques más rápidos y algunos que pueden matarnos de un solo golpe.

Aquí nos estamos jugando todo por sobrevivir, si algo nos quiere dejar en claro Unto The End es el hecho de que son ellos o nosotros, no hay lugar para errores. Pese a esto, algunos combates pueden ser evitados mediante objetos de nuestro inventario, ya sean como ofrendas o mostrando algún artículo que llevemos con nosotros.

La soledad como método narrativo

En Unto The End no hay barras de vida, la única señal que tenemos sobre nuestra salud y la de nuestros enemigos serán manchas de sangre que teñirán de rojo nuestras vestiduras. Los puntos de guardado cumplen una función importante, puesto que para curarnos necesitaremos preparar medicina en las hogueras.

Las hogueras aquí cumplen múltiples funciones, la más importante es la de guardar la partida. También podremos curarnos, preparar medicina y mejorar nuestra armadura, sin embargo, hay algo que llama especialmente la atención, la práctica de combate.

La práctica de combate toma lugar en lo que parece ser una parte del pasado de nuestro protagonista y será nuestra esposa la que nos enseñará los movimientos con los cuales derrotaremos a nuestros contrincantes. Esta escena de Unto The End te marca porque es totalmente opuesta al resto del juego, aquí los colores son cálidos, estamos acompañados, hay risas de fondo y el combate simboliza solo un juego para los personajes.

La manera en la que esto se nos muestra nos ayuda a entender muchas cosas. En especial, una cosa que se trata a lo largo de nuestra aventura, la soledad. Un sentimiento que radica en todo, nuestro protagonista está solo y lo único que lo motiva seguir adelante es volver a su hogar.

El pesado camino a casa en un mundo desolador

Bien dijo Nietzsche una vez que debemos cuidarnos del abismo, puesto que nosotros también podemos convertirnos en un monstruo. Unto The End nos demuestra esto haciéndonos caer desde un principio en ese oscuro lugar. Un lugar donde ni siquiera podemos vernos a nosotros mismos sin ayuda de la antorcha.

Aquí llega la verdadera pregunta, ¿quién es el monstruo realmente, ellos o nosotros? El aspecto de nuestros enemigos no es humano, pero, muchos de ellos no tienen la intención de pelear con nosotros, simplemente se defienden de una amenaza. Nosotros tenemos que seguir avanzando, debemos regresar a casa y solo hay una manera de lograrlo.

Unto The End tiene un apartado visual genial, las zonas se sienten diferentes y se nota el paso del tiempo a medida que avanzamos. La oscuridad juega un papel muy importante aquí, teniendo secciones en tierra con luz natural y otras donde estaremos en una serie de cuevas con muy poca iluminación, muchos acantilados y trampas.

La banda sonora se adapta adecuadamente al concepto del juego, cumpliendo la función de afianzar la atmósfera de soledad. El resto de sonidos están muy bien cuidados, el sonido de las espadas chocando, las piedras cayendo o la respiración cansada de nuestro protagonista, se sienten reales y se nota el esfuerzo que hay detrás.

Unto The End no es un juego para todo el mundo, muchos se van a quejar de su dificultad y de la absurda cantidad de veces que puedes morir. No obstante, desde un principio te dejan en claro que esta experiencia está hecha así adrede. Un viaje por la supervivencia muy bien hecho, con una atmósfera e inmersión que muchos juegos desearían tener, si estás dispuesto a morir, adéntrate en el viaje que este maravilloso título tiene que ofrecer.

[review_summary positive_heading=”Lo bueno” positives=”Todo un desafío.
Combates duros y sangrientos.
Ambientación envolvente y atrapante.
Exploración bien recompensada.” negative_heading=”Lo malo” negatives=”El combate se puede tornar difícil de dominar.
Algunas zonas abusan de la oscuridad.”]
Historia
7.0

Gráficos
7.0

Jugabilidad
8.0

Música / Sonido
7.0

Diversión
7.0
[/review_summary]

Te invitamos a pasarte por el análisis de Olija, otro juego donde el combate reluce por encima del resto.

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