No sería justo comenzar el análisis de The Many Pieces of Mr. Coo si no es hablando primero del origen del personaje y de su creador, Nacho Rodríguez, quien comparte tierra de origen con quien escribe estas líneas y hasta nació en el mismo año.
La vida es una hermosa y surrealista “causalidad” en la que dos personas nacen en el mismo año y ciudad, toman caminos profesionales diferentes, pero finalmente sus caminos se “cruzan” virtualmente gracias a una obra nominada a los prestigiosos Gamescom Awards 2023 en la categoría de Best Visuals, mientras que su autor, tiene en su poder múltiples premios internacionales e incluso una nominación al Goya por su cortometraje “Una historia de vida“.
Y es que para hablar de Mr. Coo hay que remontarse a más de 16 años atrás en el tiempo para recordar a todos los que no lo sepan, que este personaje fue protagonista de unos cortos que Nacho Rodríguez había creado. Pero finalmente tenemos de nuevo al personaje entre nosotros en una aventura gráfica en la que ha invertido una década para traernos una experiencia interactiva en forma de aventura point&click con interesantes puzles, mucho surrealismo, bastantes momentos divertidos, pero también un trasfondo onírico que dejará trabajando los engranajes a más de uno.
Gracias a que Gammera Nest, Meridiem Games y Astrolabe Games han conseguido que la obra de Nacho Rodríguez finalmente haya llegado a nosotros para todas las plataformas, resultando un viaje corto pero muy entretenido y divertido, aunque no exento de algunos “peros“.
Un corto interactivo que lleva al extremo el término “corto”
Nos tendríamos que remontar a mediados de los años 90 para recordar en que se convirtió la llegada del CD-Rom a la informática y en particular el mundo de los videojuegos. no nos olvidemos tampoco del CD-i de Phillips que elevó el término “videojuegos interactivos” a su máxima expresión en el formato doméstico tras el paso de algunos de estos por los arcades con el Laser Disc.
Todo esto viene motivado por el hecho que en aquel entonces muchos estudios y desarrolladores se volcaron en experiencias interactivas a modo de películas o cortos en los que ya fuera con un Quick Time Event o resolviendo puzzles, el jugador adoptaba una actitud pasiva o de mero espectador de la obra.
Esto es lo que ocurre con The Many Pieces of Mr. Coo durante los casi 40 minutos que nos ha durado completar el juego. Bueno, al menos la aventura principal tal y como está diseñada, aunque luego hay una serie de extras y final alternativo/secreto, que se consiguen finalizando el juego y volviendo a pasarlo nuevamente.
En total, conseguir todo en este título no lleva más de hora y media, a lo sumo casi dos horas. Si, casi dos. Como el límite que pone Steam para devolver un producto comprado en su tienda. En el caso de las versiones para consolas, ese problema no existe, puesto que si has comenzado a descargar o reproducido el contenido comprado, no se puede pedir su reembolso.
Lamentablemente hay mucha gente que aprovecha la corta duración de un título para completarlo y devolverlo, además de poner la reseña negativa. En serio, no hagáis ésas cosas, tened un poco de empatía con los desarrolladores.
Pero igualmente, el título se hace muy corto si queremos verlo como un videojuego.
El tiempo es el que es hasta el último grano de arena
No vamos a ponernos filosóficos, aunque el juego si tenga algunos puntos interesantes para debatir sobre ello y otras percepciones acerca de la existencia y la vida. Creednos, las hay y el final “abierto“, da pie a ello de muchas formas, todo dependiendo de la propia forma de ver la vida o circunstancias de cada uno.
Porque es cierto que lo que comienza con aparentemente un regalo en forma de manzana, se torna en todo un entramado surrealista y trascendental, con escenarios que mezclan objetos reales (a veces) con otros ilustrados de diferentes formas e incluso técnicas diferentes en algunos casos y que harían sonreír y disfrutar (no lo dudamos) hasta al mismísimo Salvador Dalí.
Desde el punto de vista personal, podríamos decir que The Many Pieces of Mr. Coo va sobre la vida, el tiempo que se nos termina, quien nos limita, lo que perdemos y como tenemos que recomponernos luchando contra nuestros propios demonios y también sobre la amistad y felicidad personal de cada uno de nosotros.
O simplemente es un juego en el que tenemos que ayudar a un tipo amarillo a salir de su surrealista vida y recuperar sus partes perdidas alternando y ayudándose entre ellas mientras se resuelven puzles.
Sea lo que sea, la experiencia interactiva que ofrece este título, tiene una jugabilidad con sencillos puzles que además en caso de trabarnos, podemos hacer uso de un libro de pistas en el propio juego que con unas ilustraciones nos guiará el camino a seguir. Aunque os avisamos que la lógica es la madre de todas las respuestas.
Los coleccionistas de logros y trofeos podéis frotaros las manos
Llegados al punto de haberse terminado el juego, tenemos acceso a una línea de tiempo en la que vemos los 12 capitulos de los que consta The Many Pieces of Mr. Coo, aunque si salimos del juego en algún momento y volvemos a entrar, ya existe para retomarlo donde lo dejamos o por si algún bug tonto o error nuestro, no deja que continuemos.
Pero lo más interesante de esta línea de tiempo tras terminarnos el juego, es la aparición en cada capítulo, de una serie de “papelitos” que aparecen para recoger en cada uno de estos momentos del juego. No vamos a descubriros lo que es, preferimos que seáis vosotros los que veáis de que se trata. Además, terminar encontrando los 100 papelitos, conlleva a un logro/trofeo, así que los “platineros”, ya tenéis nuevo reto.
Apartado técnico
El arte es subjetivo, eso dicen, pero en este caso es admirable el trabajo que han hecho Nacho Rodriguez, Sara López, Ismael Pinteño y Duna Tárrega. En serio, la mezcla de elementos y arte con fotografía real está realmente bien hecho y aquí no podemos decir que estos pixeles o polígonos son mejores o peores. Es un corto de animación y eso es genial.
Algo que ayuda mucho, muchísimo a lo genial que es The Many Pieces of Mr. Coo, es la música de Julie Reier, que con sus composiciones y melodías, logra transmitirte las emociones y hasta sentimientos de Coo y algunos otros personajes o situaciones que se están viviendo, lo cual es maravilloso.
El juego viene totalmente traducido al español y a otros muchos idiomas para que todo el mundo pueda disfrutar de esta obra sin problema alguno.
Conclusiones: Nos quedamos con su diseño artístico, las situaciones disparatadas, su humor a veces muy británico, el surrealismo y un pollito que nos encontramos por el camino. El único pero es su cortísima duración, porque nos ha dejado con muchas ganas de más. – Jose Aguirre “Joshkerr”