Análisis de Pumpkin Jack

¿El fín del mundo?

Headup Games junto con Nicolas Meysonner su único desarrollador nos traen un juego basado en Jack o Lantern, inspirador de grandes mitos y protagonista de la novela de Washington Irving “la leyenda de Sleepy Hollow“.

Si no sabes de quién estoy hablando contare su historia brevemente. La leyenda cuenta que Jack era un tacaño borracho, tanto que cuando el diablo fue a por él, él le pidió una última voluntad, esté solo quería beber una cerveza antes de irse. Para pagar esta cerveza convenció al diablo para que se convirtiera en una moneda y Jack en vez de pagar al tabernero con la moneda cogió y la metió en su bolsillo. Dentro llevaba un crucifijo y así fue como Jack consiguió 10 años más de vida tras liberar al diablo. Pumpkin Jack se trata de un juego de plataformas que si bien poco tiene que envidiarles a clásicos como “Super Mario Bros” pero no está a la altura.

¿Alguien ha pedido ayuda?

En el juego, el diablo ha llamado a toda clase de monstruos para conquistar la humanidad, sin embargo, el último resquicio de la humanidad llamó a un poderoso mago para que tratara de destruir al diablo. Ante tal ofensa, el diablo llamó a aquel ser que lo había conseguido engañar varias veces en el pasado. Aquel llamado ¡Jack!, El diablo hizo un pacto con él y le dijo que si derrotaba al hechicero lo dejaría libre para siempre. Pero no sería un camino fácil pues los miles de engendros no lo iban a reconocer.

Fácil pero atractivo

Nos introduciremos en un mundo sombrío bastante fácil además, ya que encontraremos vida por todos lados, no solo recuperaremos vida en los calderos que sirven para guardar, matar enemigos y reventar el mapeado, tambien generaran vida.  Dificultando mucho morir y haciendo que la gran mayoría sean por caídas o por fuego. Los bosses además, son muy sencillos y traen patrones reciclados de otros enemigos, haciendo de Pumpkin Jack un juego para niños.

con 6 capítulos, que nos llevarán cerca de 5h completar, 6h si eres un completista y quieres obtener el 100%. En cada capítulo podrás vencer un boss, que te dará un arma única. En cada capítulo, aconsejó usar el arma que te darán tras matar al boss.

En todas las fases encontraremos 20 cuervos que una vez encontremos la tienda en algunas fases podremos usar como moneda permitiendo cambiarlos por trajes. Además, podremos recoger Gramófonos en los que veremos a Jack moviendo la cadera.

Además, encontramos que cada escenario estará internamente conectado, mediante un sistema de persecución , que nos puede recordar a los fugaces niveles, en los que te perseguía el dinosaurio en “Crash Bandicoot“. Que servirá para desplazarnos entre las distintas fases de cada capítulo ya sea dentro de una vagoneta o cabalgando nuestro corcel por ejemplo.

Otro punto a tener en cuenta es que encontraremos misiones de hacer de recadero para acabar con la monotonía de las plataformas, llegando a ser un poco aburridas pues el mapeado en el escenario no variaba mucho.

También, encontraremos fases en las que Jack pasará a ser una calabaza y tendrá que resolver pequeños puzzles y minijuegos para avanzar, no son nada de otro mundo pero hacen al juego bastante entretenido.

Artísticamente brutal

Usando el Unreal Engine, Nicolas meysonner usa un acabado cartoon para mostrar escenarios espeluznantes con bastante colorido. Además incluso podremos encontrar una grata sorpresa ya que introduce Raytracing y DLLS que hacen que luzca incluso más espectácular.

Sonoramente, Yohan Jager nos sorprende con una gran banda sonora espeluznante y con música clásica modeada en fases especiales como ”La cabalgata de las valquirias” de Wagner cuando Jack persigue al esbirro de la bruja o cuando se convierte en calabaza en minijuegos como “Matar a Santa Claus“. Además, encontramos un título totalmente subtitulado en español.

Conclusión

Pumpkin Jack se trata de un buen juego de plataformas que apesar de hacerse algo repetitivo, logra entretenerte rompiendo la monotonía de las plataformas. Siendo una gran opción de oferta para pasar un buen rato en Halloween por su escasa duración.