Mahokenshi – análisis – salvemos las islas celestiales

Hoy desde Comunidad en Español traemos la reseña de Mahokenshi. Un juego inspirado en la cultura japonesa desarrollado por Game Source Studio y editado por Iceberg Interactive. Game Source Studio es una empresa con sede en París conocida por haber participado en juegos como The Outer Worlds o Marvel Avengers. Por su parte Iceberg Interactive destaca por  juegos como el recientemente analizado Land of the Vikings o Pax Nova entre otros. Mahokenshi es un juego disponible desde el 24 de enero de 2023 en Steam, GOG y Epic Games ¿Comenzamos?

El paraíso amenazado

Nos encontramos ante un juego de estrategia por turnos del estilo deckbuilder. Un juego con ese componente fuerte de la cultura japonesa. Mahokenshi lleva al jugador a un mundo poblado por una serie de islas flotantes en el cielo. Las islas se encuentran bajo cuatro clanes protectores: Rubí, Zafiro, Jade y Topacio. Hay multitud de asentamientos, castillos, pueblos. Desgraciadamente la paz termina cuando un antiguo mal parece resurgir. A la cabeza de ese mal se encuentra una misteriosa secta que convoca criaturas terribles como trasgos o oni (demonios). Además comienza a haber bandas de saqueadores arrasando las islas.

En este contexto el juego nos pone en la piel de los Mahokenshi de cada clan protector: Ayaka(Rubí), Kaito (Zafiro), Sota(Jade) y Misaki(Topacio). Cada uno con su trasfondo. Estos guerreros son una especie de magos-samurái habilidosos y bendecidos por los poderes de diferentes kami (espíritus) según el clan: Tengu (Rubí), Kappa (Zafiro),Ogumo (Jade), Kitsune (Topacio).

Al principio únicamente podremos manejar al Mahokenshi del clan Rubí. Aunque según avancemos en el juego iremos desbloqueando otros tres guerreros. Cada Mahokenshi tiene su propio estilo de juego, desde el sigilo y la movilidad hasta un daño extremo y alargamiento de los turnos. También poseerán mecánicas específicas relacionadas con su kami. Por ejemplo el clan Rubí puede adquirir vuelo y reducir el coste de movimiento.

La batalla de los cielos ha comenzado

Hay un solo modo de juego en el que mediante una serie de escenarios y misiones distintas iremos haciendo frente a los distintos enemigos mediante. Una primera misión nos muestra a modo de tutorial los principales elementos de las partidas. Cada una de esas misiones tienen un objetivo principal distinto y otros secundarios. Cumplir todos esos objetivos permitirá en el caso de las misiones principales avanzar en la historia y de isla. Además proporcionarán un recurso llamado Cristales de Mahoken. Estos cristales son sumamente importantes, pero hablaremos de ellos más adelante.

Cumplir con dichas misiones también otorgará a nuestros héroes puntos de experiencia y niveles. Ello desbloqueará equipamiento, talismanes y nuevas cartas para usar durante las misiones con nuestros Mahokenshi.

Las misiones se desarrollan en escenarios divididos en casillas e islas. Durante las mismas tanto el jugador como los enemigos poseen puntos de energía para moverse y jugar cartas. Hay un máximo de puntos de energía al principio de cada partida. Sin embargo, este puede aumentar de distintas maneras. El jugador cuenta también con una baraja inicial que puede aumentar durante la partida. A pesar de ello las cartas conseguidas durante la partida no aparecen en la baraja inicial de próximas misiones. Pero si se pueden conseguir en esas futuras misiones aunque desaparecerán al terminarlas igualmente.

Hay distintas casillas y efectos en las misiones. Algunas pueden proporcionar nuevas cartas, o mejoras de las mismas como los dojos o mercados a cambio de dinero. También castillos que ofrecen talismanes con importantes pasivas. A esto se unen los santuarios capaces de mejorar los puntos de base de fuerza, energía, defensa. pociones para recuperar vida y eventos que desbloquean objetivos secundarios.

Golpear y…¿Huir?

La fuerza influye en el daño causado por las cartas de ataque. La defensa consiste en una serie de puntos con forma de escudo que absorben daño en lugar de la vida. A la hora de movernos por las casillas de las islas hay que saber que el coste de movimiento aumenta o disminuye según cartas, la presencia de bosques, montañas, casillas llanas. Algunas de esas casillas inciden en la fuerza o defensa de héroes y enemigos.

Durante las misiones hay distintos tipos de enemigos: trasgos, bandidos humanos, onis de distintos tamaños y poderes. Muchos de esos enemigos estarán vigilando determinadas zonas. Si entramos en su zona de rastreo, la mayoría nos atacarán e incluso perseguirán. Cada enemigo tiene un rango de rastreo propio. Puede que nos ataquen una vez, o varias veces por turno.

No hay un sistema de combate propio de otros juegos de estrategia por turnos en el que cambiamos de escenario. Simplemente si nos encontramos con un enemigo y poseemos alcance, cartas de ataque y energía suficientes…atacamos o nos atacan. El enemigo puede hacer lo propio. Algo interesante de Mahokenshi es que con este sistema podemos atacar…o huir. Nos da cierta libertad de acción.

Antes de pasar a otros elementos hay que afirmar que la curva de dificultad de este juego está un tanto desbalanceada. Hay saltos de dificultad demasiado severos entre islas. En la segunda isla podemos encontrar misiones sencillas pero en la tercera isla nos veremos obligado a realizar varios intentos e incluso repetir misiones para que los héroes suban de nivel amentando nuestro arsenal de cartas y equipamiento inicial.

Cristales de poder

Antes hemos mencionado las recompensas de superar las misiones. Experiencia, nuevas cartas, equipamiento, nuevos héroes y Cristales de Mahoken. Estos últimos permiten desbloquear mejoras en la Senda de Mahoken.

Hay tres ramas: espada, humildad y valor. Las mejoras incluyen cartas extra para la baraja inicial, fuerza, defensa, cartas de movimiento, precios reducidos en mercados y dojos entre otras cosas. Hay que mencionar que los Cristales de Mahoken son escasos, por lo que hay que tener cuidado a la hora de gastarlos. Aunque se pueden reiniciar todas las mejoras. Profundizar demasiado en un camino puede desembocar en penalizaciones a las mejoras de otros caminos.

Una pincelada de las islas celestiales

Ya hemos hablado de las principales mecánicas. Es hora de comentar los gráficos. En Mahokenshi podemos apreciar escenarios de gran belleza propios de muchos juegos de mesa. Las islas, los modelos de los enemigos e incluso animaciones de las cartas hacen de este juego una obra bastante bella visualmente.

Es cierto que muchos elementos como los dojos y enemigos son parecidos pero aún así bastante bien hechos. Por si fuera poco están las ilustraciones, tanto cartas, héroes, kamis, onis, eventos. Un traba muy notable y de gran atractivo visual. Incluso las cinemáticas entre misiones son impresionantes. El aspecto artístico es sin duda un punto fuerte del juego.

La música permite al jugador introducirse en el juego y la cultura japonesa. Además recuerda a otros juegos de similar temática como Ghost of Tsushima o Shogun Total War.

Veredicto

Mahokenshi es un juego de estrategia interesante y desafiante, aunque un tanto desaprovechado. Debido a las múltiples misiones y objetivos tiene cierto grado de rejugabilidad. Varios héroes, unas doscientas cartas por descubrir, talismanes, equipo. Posibles combinaciones entre las sendas, héroes, misiones.

El jugador puede buscar su estilo preferido de juego o adaptarse a cada misión gracias a las características de cada Mahokenshi. Una lástima que entre misiones haya saltos de dificultad exagerados y desproporcionados lo que hace que aumente el grado de frustración. Se echa de menos más modos, tal vez algún modo multijugador, quizás uno de oleadas para potenciar al máximo las posibilidades del juego. También más héroes y clanes con los que luchar por las islas celestiales.

El estilo artístico del juego es soberbio en general y muy atractivo. Además acierta a la hora de representar de forma épica y legendaria el folclore japonés. En este aspecto ayuda también el apartado sonoro del juego.

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