Análisis para este RTS de supervivencia en climas extremos en pleno crecimiento de la metalurgia.

Introducción:

Si alguna vez imaginamos como habría sido una era de hielo en un pasado no muy lejano, nos encontraríamos de lleno con Frostpunk, situándonos en un Londres emergente en la era de la tecnología vanguardista, llevado casi al extremos del genero “Steampunk“.

Nuestro objetivo está muy claro, sobrevivir y mantener la esperanza de la raza humana, enfrentándonos a situaciones que pueden ser contraproducentes a la larga o escogiendo entre lo moralmente correcto y lo que no lo es.

Sistema de juego:

Tenemos un elaborado sistema de juego, donde gestionar bienes capitales no lo será todo, ya que nos enfrentaremos también un poco a la “diplomacia” entre secciones y supervivientes de otros entornos igualmente duros, en los que decidiremos si apoyarles o no, y cómo o con qué.

Durante toda la campaña iremos tomando decisiones, en función de la opinión de nuestros pueblerinos, trabajadores e ingenieros nos irán dando “pistas” de lo que vamos necesitando para ellos y la dura y fría convivencia. Mantener nuestro “núcleo de calor” es la mayor prioridad, por que sin él la supervivencia está totalmente acabada.

Al menos en aquellas misiones donde contamos con el para dar energía y calor a nuestros diversos puestos, ya que en otras, deberemos sobrevivir con simples puntos de calor alimentados de carbón, siendo igualmente el principal recurso que no deberá faltarnos.

La población tampoco es precisamente grande, ni tampoco podremos aumentarla al menos no de manera artificial, pero si que podremos encontrar supervivientes fuera de nuestro entorno principal, que se añadirán a nuestras filas si tomamos las decisiones adecuadas y echamos en falta personal de trabajo.

Así como compartir recursos con otros supervivientes afincados en sus propios campamentos, que dependerán de nuestra ayuda para mejorar o acabaran siendo consumidos por el frio. Si bien logramos ayudarles, siempre nos serán útiles con el intercambio de bienes, ya que seguramente habrá algunos en los que tendremos excedente y nos conviene compartir, para obtener otros como alimentos o madera.

Dejando un poco la gestión, también podremos avanzar nuestras estructuras, así como el núcleo u otras áreas de desarrollo, que mejoraran la eficiencia y la calidad de vida, llegando al extremo de poder construir maquinas que podrán sustituir a todos nuestros trabajadores (que no a los ingenieros), reduciendo el número de enfermos y mejorando la esperanza de vida. A pesar de todo no siempre podremos llegar a usarlas, ya que requieren del núcleo que las alimenta y como ya he mencionado antes, hay misiones donde subsistiremos sin él, haciendo a los autómatas casi inservibles a nivel de coste/productividad.

Sobrevivir también conlleva una toma de decisiones que se deben deliberar con cuidado, ya que serán leyes que forjaremos y que nos “indicaran” que camino puede ser el mejor o el que más nos conviene en cuestión de desarrollo y “bienes“, causaran polémica entre la población y posible descontento y otras podrán ser mejor aceptadas además de mejorar la esperanza de vida.

Steampunk diseño de invierno:

Tiene una buena puesta en escena usando una mezcla artística semi-animada para introducirnos en cada una de las incursiones, los edificios tienen una confección muy bien adaptada a la temática y la estructura dimensional se ajusta bien al enfoque de la cámara, aunque es aquí donde llega su punto débil. Y es que la cámara no llega al nivel del suelo ni en su modo foto, dejándonos sin panorámicas que podrían ser realmente interesantes de fotografiar y mostrar, al menos para mi, ya que me gusta sacar bastantes capturas y más cuando el juego tiene buenos niveles de detalle que nos dan buenas escenografías.

Tiene también un pequeño filtro interesante en los bordes, donde vemos cierto grado de congelación, que nos introduce bastante mejor en el entorno, aun así y aunque debido al nombre del titulo, se ciñe en exceso a la temática, cerrando el cerco a otro tipo de parajes menos “blancos”, un buen ejemplo podría haber sido una cueva (que nuestros exploradores encontraran bastantes fuera de nuestra ciudad).

El concepto artístico esta bastante bien, tanto para definir avatares, como el que define al juego en si, con bastante detalle a pesar de que casi todo sea blanco nieve, que irá cambiando según mejoremos la expansión de calor que producimos con la energía o con otras fuentes de calor que podemos fabricar.
Podremos ver cuanto calor proporcionamos y hasta donde llega, gracias a una de las opciones in-game.

Melodías que no te hielan la sangre:

Buenos efectos sonoros, que se adecúan perfectamente a la temática y fusionándose con gran sintonía con las tenues melodías que irán sonando durante toda la campaña. Y si, las melodías son casi todas bastante “frías” o dan esa sensación de tranquilidad antes de una gran tormenta, donde la tensión podrá aumentar cuando lleguen las dificultades.

Sin duda muestra una gran coordinación entre efectos y música, compaginándose entre ambos como si fuesen un único elemento que no solo esta de “fondo”, si no que trasciende a las acciones y decisiones.

Sonidos relajantes y canciones muy apaciguadoras, que nos ayudan a concentrarnos idóneamente en lo que estamos haciendo.

Diversión/Durabilidad:

La durabilidad no va de la mano con la diversión, pero si nos gusta particularmente la originalidad del juego, seguramente acabaremos dedicando un buen número de horas al “Modo infinito“, y que podemos directamente empezar este modo si queremos o habituarnos al juego con las Campañas organizadas que nos trasladan un poco a su historia y los sucesos.

Las campañas podremos modificarlas un poco antes de comenzar, subiendo o bajando su dificultad, además de recursos, situación y la actitud de la población, lo que nos da un poco de margen para empezar más holgados o con un caos total del que salir airosos.

En cuanto a su diversión, me ha recordado un poco a otro juego de gestión como es el Endless Space 2, es entretenido, pero puede llegar a cansar, por que se les tienen que dedicar demasiadas horas a la campaña, si juegas continuadamente, en cambio si es en pequeños tiempos (de una hora más o menos) si que se disfruta mejor, ya que puede llegar a ser algo agobiante en algunos momentos.
Lo bueno, es que como en casi todo RTS, podemos acelerar el tiempo y eso mejora mucho que la duración sea menor a lo estipulado.

Contenido adicional “On the Edge/Al limite”:

Una parte más de la precuela, con Nueva Londres como aliado temporal, hasta que fundamos nuestra propia capital, buscando entre refugios de supervivientes, la manera de subsistir y encontrar lo necesario para ello, intercambiándolo por nuestros recursos principales.
Indagaremos bastante más fuera de nuestro entorno y llegaremos a más negociaciones, ayudando o no, a evolucionar a otras poblaciones lejanas, construyendo rutas seguras para ello.
Amplia bastante más el concepto de la precuela, en la que se intenta ahondar más. Desde mi punto de vista nos vemos algo más limitados en ciertos aspectos, supliendo el núcleo por “braseros”, lo bueno es que la temperatura no baja a tantos niveles como en la ruta principal.
En cuanto a las novedades, son más del tipo negociador, donde pedir a los aliados nos puede perjudicar bastante más, que ayudarles o no, así que es algo a tener en cuenta.

Valoración final

Como juego de estrategia, nos sitúa en otro punto de vista y un genero que tiene cierto encanto cultural. Me ha gustado bastante su enfoque y algunas particularidades de la construcción de edificios, pero le han faltado más situaciones y ubicaciones en las que se podía perfectamente compenetrar con el concepto original.