Icono del sitio Comuesp

Análisis de El Hijo: A Wild West Tale

En esta ocasión analizamos El Hijo: A Wild West Tale, premiado como mejor indie de la PC Gaming Show de 2019, y recientemente lanzando en este mes de diciembre. Desarrollado por los estudios alemanes de Honig Studios – Quantumfrog y editado por HandyGames.

El Hijo: A Wild West Tale es un juego de sigilo y estrategia en perspectiva isométrica, donde tomaremos el rol de “hijo”, ya que por algún motivo los desarrolladores decidieron no ponerle nombre a nuestro protagonista, y, algunas veces, de “madre”. El Hijo es un niño pequeño de 6 años, por lo tanto, solo dispondremos de una honda a lo largo del juego, solo para distraer a los enemigos, ya que nuestro objetivo no es eliminarlos sino evitarlos. Por lo tanto, a lo largo de la aventura, deberemos escondernos de monjes y bandidos, quienes pretenden tomarnos de esclavos; mientras buscamos a madre y salvamos a los niños que fueron tomados como esclavos.

Una historia sin palabras

A lo largo de los 30 niveles, deberemos utilizar la oscuridad y elementos de los escenarios para mantenernos ocultos como jarrones, hierba, o cortinas. Con hijo no tenemos muchas habilidades, podremos agacharnos, correr, utilizar la honda, empujar o interactuar con distintos mecanismos. Iremos incorporando algunas nuevas como escondernos en nuestro sombrero o utilizar polen para ocultarnos. Hay niños esclavos dispuestos por todo el nivel, algunos sencillos de encontrar y otros no tanto; pero es posible llegar al final del nivel sin rescatarlos a todos, aunque no podremos desbloquear al 100% los logros. También deberemos resolver algunos puzles, que tienen una dificultad muy adecuada. En los niveles donde utilizamos a Madre, las opciones aumentan, pudiendo además saltar y realizar otras acciones con la honda, si bien también debemos escondernos. Los niveles de Madre son una bocanada de aire fresco, ya que tienen un enfoque distinto, y evitan que el juego se torne muy repetitivo.

 

La principal dificultad de El Hijo, es que requiere controles muy precisos y delicados para atravesar los niveles, y aun utilizando joystick, son bastante más toscos de lo que se necesitan. Esto nos lleva a reiniciar varias veces cada parte del nivel, a menos que tengamos una paciencia infinita. Aunque por el lado bueno, hay puntos de control distribuidos generosamente por todo el mapa, por lo que no deberemos retroceder demasiado cuando somos capturados.
Se encuentra ambientado en el lejano oeste, y los escenarios están bien pulidos bajo una estética low poly, con una paleta de colores en la gama de los amarillos y naranjas, bien temática. Pero también incorpora niveles nocturnos y un poco más oscuros.

 

El Hijo: A Wild West Tale cuenta una historia sin utilizar palabras: No hay diálogos entre los personajes ni voces en off. Todo se muestra en unas escenas animadas en 2D, con una excelente calidad artística de estilo cartoon. A pesar de que esta idea es buena, se implementa muy bien, y a grandes rasgos la historia se entiende, hubiese sido interesante profundizar en los enemigos y los motivos de la trama en general. La musicalización no se destaca en particular, pero acompaña sin ser una distracción.

Conclusión

El Hijo: A Wild West Tale es un indie de unas 5 a 6 horas aproximadas de duración que se destaca por su diseño artístico, como por la técnica del sigilo al estilo de la saga Desperados. Por desgracia puede resultar un poco repetitivo debido a que no cuenta con gran variedad de niveles.

Podés adquirirlo en: Steam

[review_summary positive_heading=”Lo Mejor” positives=”Uso de la iluminación
Visualmente agradable
Duración justa” negative_heading=”Lo Peor” negatives=”Banda sonora poco destacable
IA deficiente
Controles imprecisos
Poca rejugabilidad”]
Historia
7.0

Jugabilidad
7.0

Gráficos
8.0

Música / Sonido
6.0

Innovación
8.0
[/review_summary]
Salir de la versión móvil