El 26 de octubre el Consejo de Ministros del Gobierno de España aprobaba una serie de medidas y subvenciones. Una de esas medidas nos anuncia 22 millones de subvención para la creación de un “Ecosistema de Computación Cuántica”. Esto quiere decir que el gobierno español va a formar parte de la fabricación de al menos un ordenador cuántico, lo que ha resultado una sorpresa.
¿Qué es un ordenador cuántico? Es algo complicado de explicar sobre todo sin ciertos conocimientos sobre “mecánica cuántica” entre otras cosas. Pero vamos a tratar de entendernos de manera rudimentaria. Los ordenadores que solemos tener en nuestras casas (PC, portátiles) son ordenadores “clásicos”, que trabajan con bits. Los bits son unidades de información y a la vez señales eléctricas que digitalmente marcan un 0 o un 1 (cada uno). Esos 0 y 1 a su vez puedes ser multitud de cosas (verdadero o falso, si o no). Un ordenador cuántico trabaja con algo distinto: el “Qubit”. Un qubit es una pequeña partícula subatómica que entre otras cosas permite trabajar con ese 0 y 1…a la vez.
Es decir el qubit o cubit a diferencia del bit original es que uno sólo puede trabajar con ambos valores a la vez. ¿Qué supone esto? Una potencia y capacidad mucho mayor que en un ordenador clásico. Pongamos un ejemplo: supongamos que queremos averiguar el número de movimientos posibles en ajedrez con varias piezas en todo el tablero. Un ordenador clásico calcularía una a una todas las posibilidades, sin embargo el ordenador cuántico en el mismo tiempo que el clásico averigua una posibilidad, puede probar cientos de movimientos posibles con esas piezas. Como vemos la capacidad y potencia del cuántico y del qubit es manifiestamente superior.
Tecnología superior…¿Y perfecta?
Esto supone infinidad de nuevas posibilidades en muchos campos: obviamente en informática. Seguridad, cifrar y descifrar, tal vez medicina, matemáticas. Posiblemente en videojuegos también. Muchos gobiernos a parte del español, se han interesado y apostado por esta tecnología: Estados Unidos, Alemania.
A pesar de lo descrito anteriormente no es una tecnología perfecta: requiere de un equilibrio perfecto para operar, temperaturas adecuadas (según parece muy frías). Láseres de precisión. Cualquier pequeño cambio puede dar al traste con el ecosistema cuántico. Hay un debate sobre si esto es el futuro. Un futuro donde estas máquinas reemplacen por completo a los clásicos. Sin entrar a ese debate, esta opción no es más económica que los clásicos, pero es más frágil. Por lo que tal vez a corto plazo ese reemplazo no ocurra.
Un proyecto público-privado
Las medidas y la subvención para la creación de ese ecosistema cuántico consistirá en el trabajo de varias entidades públicas, como la Red Española de Supercomputación. También de algunas entidades de carácter privado que recibirán parte de esa subvención. El proyecto Quantum Spain (enmarcado en varios planes del gobierno) dará comienzo en lo que queda de este año. En total se habla de la participación de 25 centros repartidos en 14 Comunidades Autónomas de España. se prevé que esto sólo sea el principio del proyecto.
Un proyecto ambicioso destinado a resolver asuntos como: “química cuántica, finanzas, optimización de procesos de la cadena productiva, criptografía y cualquier otro problema en diversos ámbitos”.
No sabemos como saldrá todo esto debido a la complicada situación en la que nos encontramos con la crisis, el COVID19. Pero es un proyecto interesante que merece atención y seguimiento, ya que puede abrir las puertas a infinidad de posibilidades.
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