Prólogo:
Ya llevaba un tiempo queriendo hacer la reseña, ya que empecé a jugarlo en la versión de PS3 Japonesa y aunque no he tocado la versión de Switch (sigue precintada), si que he jugado la de PS4 que hace poco recibí. La verdad es que no tiene mucha variación con la versión de PS3, quizá algunos efectos, pero nada importante.

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Historia:
Nos encontramos en el mundo de Alefgard, donde la oscuridad ha erradicado la capacidad de crear de todos los humanos, a excepción del protagonista. Su misión, reconstruir los diversos poblados que antaño fueron afluentes de personas y actividad, para devolver el don de la imaginación a sus gentes y poder derrotar al malvado mago oscuro.

Sistema de juego/Jugabilidad:
Si ya habíais jugado a Minecraft, decir que el sistema es bastante parecido, con la variante de que tenemos más armas de diferentes materiales, armaduras, escudos y accesorios, que mejoraran nuestra capacidad de resistencia y ataque. Cada enemigo también tiene un punto de receso, que nos permitirá atacarle sin recibir daño, aunque los más grandes pueden atacar en rangos y sera más difícil esquivarles. Como ayuda adicional y al completar una de las misiones, podremos cargar el arma que llevemos equipada para lanzar un ataque poderoso, multiplicando entre un 75% y 90% el ataque y librándonos de varios enemigos que tengamos alrededor.

Seguimos también una aventura bastante escalonada en dificultad, en la que además de recopilar materiales, deberemos defender nuestro poblado de ataques enemigos, que se suelen repartir en oleadas de día y de noche, bastante pequeñas en principio.

Usaremos diversos portales para trasladarnos de una isla a otra, donde completar diversas misiones principales y algunas secundarias, avanzando por capítulos a lo largo del juego. Para un avance más rápido, deberemos cumplir una serie de requisitos, que nos otorgaran algunos complementos en el modo “Terra Incógnita“, además de mejorar nuestras creaciones ya presentes.