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Dakar Desert Rally – Una avería muy grande en medio del desierto – Análisis

Dakar Desert Rally

Hace ya casi cinco años desde que Saber Interactive Porto, antes conocida como Bigmoon Entertainment, nos trajera una simulación casi pura y dura del Dakar con mecánicas que ponían a prueba nuestra destreza como pilotos y muchas veces nuestra paciencia como jugadores. Ahora en 2022 nos traen su secuela Dakar Desert Rally y parece ser que durante todos estos años, se han perdido por el desierto. Os vamos a contar el por qué de esta afirmación.

¿Correr el Dakar con estas vistas? Mejor me tumbo a tomar el Sol

¡Arrancamos motores!

Dakar Desert Rally es la mayor aventura todoterreno desarrollada hasta la fecha”…o al menos eso es lo que afirman sus creadores que continúan diciendo “Vive la emoción de la carrera de rally más larga del planeta con licencias de vehículos estrella (…)”

Como teoría está bien y a los que somos amantes del mundo del motor/simulación, se nos pusieron los ojos fuera de órbita cuando vimos por primera vez capturas y los trailer del juego que nos mostraban hasta la posibilidad de crear nuestra decoración personalizada tanto para vehículos como para el casco y mono del piloto.

Solo de pensar en cómo sería la evolución de aquel Dakar 18 que tantas horas de diversión y sufrimiento nos había dado, hacía que estuviéramos tachando en el calendario los días restantes hasta la fecha de salida de su secuela.

Pero entonces, algo en nosotros empezó a hacer que nos entrasen dudas…

Podremos seleccionar al monstruo de Carlos Sainz…y a su vehículo también

Esperad, que esto se ha calado. Algo falla

Las dudas empezaron cuando no se mostraban en los trailers varias mecánicas que si tenía Dakar 18 y este nuevo juego de Dakar no, siendo la más llamativa la ausencia de poder salir del vehículo para desenterrarlo de la arena, algo que es casi intrínseco en un título de estas características.

Y cómo no iban a faltar y prescindir de ellas, si ya de forma descarada en el último trailer se mostraban carreras al más puro estilo arcade y más parecidas a lo que Dirt 5 o Forza Horizon 5 ofrecen, que a la simulación de resistencia que ofrecieron en el anterior título.

Saber Porto convertía de esta forma un título cuyo antecesor resultó bastante llamativo y terminó recibiendo críticas mayormente positivas (pese a su mal estreno por cierto problemilla…aunque ya hablaremos de eso) por sus características y acercamiento a la simulación, en todo un arcade en el que la resistencia pura y dura quedaba en un segundo plano.

Pero bueno, ¿quien puede negarse a participar en el Dakar, correr en sus más de treinta etapas de los años 2020, 2021 y 2022; escoger entre los más de 150 vehículos (en realidad una docena con skins diferentes) y no soltar el volante durante horas por el desierto?

Esperad…¿he dicho no soltar el volante? Perdón, quería decir el mando, pues el título a día de hoy está esperando por una actualización que permita funcionar los volantes. Si, volantes con “S” al final. Porque en nuestro caso hemos probado dos diferentes y uno no lo reconocía y el otro no reconocía el giro, pero son muchísimos los que tienen problemas.

El único volante que podremos mover, será el que veremos en la cámara interior

¡Presionando el gatillo! (que el acelerador no lo reconoce)

Antes de entrar en materia, queremos recalcar que el análisis de Dakar Desert Rally se ha intentado por activa y por pasiva hacer con un volante, que sería lo suyo en el caso de los vehículos de cuatro ruedas y ya que teóricamente debería estar preparado para ello, pero ni con el ThrustMaster T300 RS ni con el Logitech G27 hemos conseguido hacer nada. Así que usamos nuestro querido mando de Xbox Series S|X en el PC para probar el juego.

Dicho esto y entrando en materia, el título tras hacernos crear un perfil, nos da a escoger entre cinco clases de vehículos; coches, motos, camiones, quads y los sxs (buggies de toda la vida)

Sea cual sea nuestra elección (recomendamos los coches para hacernos al juego), dispondremos de los vehículos participantes de dicha categoría en los años disponibles, casi siempre, 2020, 2021, 2022 y también nos encontraremos con el apartado “clásicos”, donde veremos legendarios vehículos que participaron en décadas anteriores de Dakar.

Entre los vehículos clásicos nos encontraremos joyas como esta

Una vez seleccionado el vehículo/skin que deseemos, nos llega uno de los momentos que más polémica está generando. La elección del modo de juego.

En pantalla nos mostrarán tres opciones; sport, profesional y simulación, siendo esta última la que en teoría es más fiel a la realidad, la que debería incluir las opciones de desenterrar tu vehículo de dunas, ayudar a otros vehículos…vamos, la auténtica experiencia Dakar.

Pero, ¡oh sorpresa!, necesitas llegar al nivel 25 para desbloquearlo...y no será un camino de rosas precisamente queridos lectores.

¿Tanto hubiera costado dejar desbloqueado el modo simulación de primeras?

Preparativos antes de tragar polvo y tierra

Nosotros decidimos empezar por el modo Sport para ver cómo se iba desarrollando el esquema del juego y vimos de forma inmediata que las recompensas de este modo estaban disponibles, mientras que las del modo Profesional no, así que si queríamos conseguir el Peugeot 205 T16 y otros clásicos del Dakar, nos iba a tocar hacer los eventos requeridos en cada etapa.

Etapas por cierto, que van desde los nueve puntos de control, hasta sobrepasar los treinta, todo dependiendo si es etapa única o incluye más etapas cada evento. Pero he aquí la trampa de las recompensas, pues deberemos acabar en primer posición con cada vehículo de su categoría correspondiente. Repetimos, terminar primeros. Nada de segundo o tercer puesto.

Y aquí empieza lo complicado, pues aunque nos digan que en el modo Sport los competidores IA son más fáciles, realmente vamos a sufrir de lo lindo por varios motivos, pero eso, os lo contamos después.

Pasaremos más tiempo en el Vivac que corriendo

Antes os hablaremos del Vivac, la zona donde acampan los equipos y podremos poner a punto nuestros vehículos antes de salir a correr, examinar el libro de ruta y como no, después de cada carrera, reparar nuestra máquina si así fuera necesario (que lo será).

Con todo listo, solo nos queda iniciar la carrera, en la que en la primera carrera siempre saldremos de forma aleatoria entre nuestros rivales, quienes saldrán a la vez nuestra como en todo juego arcade de carreras y no dudarán en echarnos de pista una y otra vez…una infinidad de veces y de mil formas diferentes, hasta que tras unos catorce o quince reinicios, la IA nos deje en paz y podamos terminar estampados contra una piedra, volcar tres o cuatro veces o girar sin sentido porque las físicas han decidido actuar como locas.

Conseguir las recompensas de las etapas nos va a sacar canas y no por años intentándolo

La potencia sin control, no sirve de nada

Como os comentábamos, si no es por la IA que nos tratarán peor que los malos de Mad Max, serán las físicas las que se pongan en nuestra contra, casualmente, cuando estamos comiéndole terreno al los vehículos de delante, o vamos sobradamente distanciados en cabeza.

Y da igual cuantas veces pases por el mismo sitio de la misma manera, controlando mejor la dirección, regulando el gas del acelerador, con sutiles toques de freno, haciendo ajustes en el vehículo para que no se vaya incluso si cambias entre cámaras interiores o exteriores…¡da igual! Si el juego decide que en un punto se te termina la carrera, se te va a terminar. ¿A dónde te crees que ibas, eh?

La IA sacará sus instintos asesinos a la mínima de cambio

Así que si quieres avanzar en Dakar Desert Rally, ponte a rezar y aún así se tendrán que juntar todos los astros para que sea posible terminar las etapas, sobre todo con los quads, que parecen estar reservados para aquellos masoquistas que deseen pasarse un día entero intentando pasar una etapa o conseguir alcanzar tres puntos de control seguidos.

Hablando de los puntos de control, que más bien actúan como un checkpoint de toda la vida. A veces aunque pases por ellos, algunas veces no te los cuenta y te tocará retornar para poder continuar, lo cual desespera también mucho porque te vas a encontrar un vehículo que vendrá contra ti sin intención alguna de esquivarte.

De vuelta a la IA, no podemos dejar pasar lo desnivelada que está, tanto que incluso con vehículos peores que el tuyo, te darán unas pasadas que te arrancarán las pegatinas y se pondrán en cabeza ipso facto, mientras que a nosotros nos va a costar llegar a alcanzarlos aún hasta con todo a favor, por ejemplo, una recta asfaltada.

Nos faltarán ojos para ver toda la info que nos va saliendo en pantalla

Caminos y pendientes trambolicas que hay que saber subir y bajar sin perderse

Las dunas y cambios de rasante serán un quebradero de cabeza, entre otras cosas porque en Dakar Desert Rally no es compatible ir seguro y rápido con una IA que solo en contadas ocasiones y normalmente por fallos en la línea de trazada que tienen asignada, les verás aterrizar mal, volcar o quedarse enganchados. Que tranquilos, al igual que nosotros, hacen respawn y siguen como si nada, porque a ellos no les afectan los daños.

Y no nos olvidemos de que estamos hablando del modo Sport. Que ahora os comentaremos sobre el Profesional, pero antes, os dejamos una comparativa entre llevar al máximo los efectos activados y ponerlos al mínimo, algo que por suerte nos favorecerá mucho en cualquier disciplina, sobre todo con camiones.

En la realidad el polvo se ve como en bajo, lo otro es una exageración.

Pero el verdadero quebradero de cabeza será escuchar a nuestro copiloto darnos mal las notas y avisos, trabarse algunas veces y no hablemos ya de las notas de ruta, las cuales también se traban o saltan mal y conseguirán que nos perdamos si las seguimos al pie de la letra.

Por “suerte” en el modo Sport tenemos las típicas líneas que nos marcan la ruta a seguir, las marcas de neumático son más llamativas para poder seguirlas y los checkpoint o baliza de rally, estarán marcados de forma muy llamativa. Imposible perderse.

¿Como habrán pintado esas flechas verdes en la arena? Oh, espera

El concepto es ser profesional, muy profesional

Agotados mentalmente tras intentar conseguir ganar etapas contra la IA de nuestra propia categoría y de otras que aparecen por ahí para molestar más que nada, entramos a probar el modo profesional de Dakar Desert Rally.

En este caso la baliza de rally no está disponible, la navegación es realista, los costes de reparación son los normales (según ellos), los competidores más difíciles (¡no por favor!) e igualmente tiene autoguardado en cada checkpoint.

Aviso de spoiler: las etapas son iguales, no cambia nada, con lo cual si nos hemos aprendido de memoria la trazada y ruta de tanto repetir en el modo Sport para ganar las etapas, no nos hará falta alguna escuchar al cansino copiloto ni leer las notas mal hechas que nos hacían perdernos más, que seguir bien la ruta.

Igualmente iremos desbloqueando las mismas rutas y eventos que en el anterior modo, pero en este caso tanto el dinero como la experiencia subirá mucho más rápido, aunque como nos va a seguir tocando reiniciar mil veces cada etapa, llegar al nivel 25 para desbloquear el modo simulación ha sido imposible para tratar de tener a tiempo listo este análisis.

Así que en cuanto consigamos llegar al nivel necesario y podamos desbloquear el modo simulación, actualizaremos este análisis comentando dicho modo.

Encontrar un alfiler en el desierto es más fácil que jugar al multi de este juego

La cooperación lo es todo en el Dakar

Parte del espíritu del Dakar desde el año de su creación allá por el año 1978, es el de ayudar a otros competidores cuando estos están en problemas. Esto es algo que pudimos vivir y experimentar en Dakar 18 y que lamentablemente se ha perdido en esta, su secuela.

Quizás esté en el modo simulación, quien sabe. Ya os contaremos sobre ello. Pero ahora de lo que os vamos a hablar es de su modo cooperativo, que si bien hubiera sido algo lógico el trasladar al multijugador dicha experiencia, no queda ni más ni menos que en una simple carrera contra más gente online que casi emulando a la IA, no dudarán en estamparte por llegar ellos primero.

Esta lamentable actitud queda eclipsada por aquellos que deciden desconectarse siendo anfitriones de la partida en medio de una carrera tras haber volcado o hecho un trompo, algo que como sabemos, es de lo más común gracias a las físicas del juego.

Así que no nos sorprende en absoluto el encontrarnos bastante muerto el modo multijugador.

Si ya lo decía mi madre: “llévate la rebequita por si refresca”

Apartado técnico

Si echamos un vistazo a los requisitos recomendados de Dakar Desert Rally, podemos observar que no es muy exigente pese a hacer uso del motor gráfico Unreal. Esto se nota de un vistazo rápido, donde por momentos el título no supera visualmente a Dakar 18 salvo en algunos aspectos.

Por ejemplo, la mayoría de vehículos lucen igual, con ligeros cambios o mejoras en algunos casos. Las etapas resultan más vistosas en ciertos momentos, pero en otras se notarán rápidamente las “costuras” y si tenemos en cuenta otros títulos con mapas similares hechos en Unreal o lo comparamos con Assetto Corsa Competizione, visualmente este título queda a medio camino.

Además, su optimización no es nada buena y aún contando con un equipo que supera con mucho los requisitos recomendados, hemos sufrido microcortes hasta con ajustes medios y a 1080p.

En el tema sonoro es donde realmente funciona bien, tanto con los sonidos de motores y otros efectos, el ruido del resto de vehículos al pasar a nuestro lado o impactar contra nosotros (esto último lo hemos experimentado bien) y los ruidos ambientales.

La música literalmente le da un aire de epicidad digno de un juego de rol o fantasía con temas con ciertos tintes rockeros, acompañando perfectamente en sintonía mientras jugamos, pero dejando en evidencia hacia dónde se ha dirigido este título.

Cada uno aparca donde quiere, ¡hombre ya!

Conclusiones

Mientras realizamos este análisis se nos ha venido a la mente muchísimas veces el videojuego Paris-Dakar creado en 1988 por el estudio español Zigurat, quienes se tomaron mucho más en serio la experiencia del Dakar y no fue necesario incluir el sacar el vehículo atascado o tirar de otro que estuviera atascado.

Las comparaciones son odiosas sí, pero aquel juego lograba hacer sentir más que vivías la experiencia Dakar, que lo que ha conseguido Dakar Desert Rally, que como ya hemos dicho, ha recordado más a un Dirt, que a un juego en el que corres la carrera más peligrosa que existe.

Y ojo, que no está mal que exista un título sobre Dakar que esté enfocado de una manera más informal y arcade, pero sinceramente creemos que es un paso atrás respecto a lo visto en Dakar 18.

Si realmente el modo simulación termina siendo como lo fue Dakar 18, lo comentaremos y actualizaremos el análisis, algo que haremos también cuando llegue el prometido parche 1.3 que el estudio ha prometido sacar en algún momento, para arreglar entre otras muchas cosas, la compatibilidad con volantes, problema que tuvieron casi de forma similar, con el lanzamiento de Dakar 18.

Por cierto, ni rastro de la personalización de las decoraciones y monos de los pilotos.

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Dakar Desert Rally : Dakar Desert Rally se aleja de su antecesor Dakar 18 y toma un rumbo diferente acercándose más a la experiencia arcade y con una serie de problemas que deberían arreglarse cuanto antes en un update. Jose Aguirre “Joshkerr”

5.5
von 10
2022-10-11T10:00:49+0200
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