Coincidimos varios compañeros de "profesión" en el sector de los videojuegos, en una afirmación que le sienta de maravilla a este título desarrollado por Evan Tor Games y con los españoles Jandusoft como editores, que dice: "si algo funciona, no lo cambies"; pues justo eso es lo que Reben Transmute logra. Funcionar sin cambiar las bases de un género en el que busca acercarse mucho más a los orígenes de los juegos que dan nombre a este tipo de juegos, que en buscar una o más vueltas de tuerca que no hacen más que crear problemas.
Además, la historia también podría pasar por una secuela o spin-off de Metroid, lo que lo hace aún más cercano y familiar, con una premisa tan sencilla como interesante:
Poniéndonos en la piel de Luna Mikono (Moon para los angloparlantes), descubrimos que lo que aparentemente fue un aparatoso accidente que pasó hace horas en Terra 6, en realidad han sido años de animación suspendida y donde tenemos que ayudarla en una búsqueda en particular, mientras descubrimos una conspiración mucho más oscura y peligrosa a cargo de una empresa llamada Foray, quienes por lo visto están involucrados en el accidente de Luna.
En el camino iremos haciendo amistades de lo más variopinto, desde robots con alma gracias a la hematochispa, que a la vez está terminando con ellos, así como con seres y criaturas de lo más extraño que no cesarán en sus intentos de acabar con Luna.
Aunque gracias a aliados como la Doctora Inaya, que fue quien la mantuvo en cuidados tras el accidente, descubrirá muchos secretos y podrá equiparse mejor para poder avanzar a lo largo y ancho del mapa de Terra 6.
La importancia del Flujo Rojo
Los robots y la doctora Inaya, ahora una IA basada en su mente y recuerdos, nos ofrecerán una serie de objetos, ventajas y armas para poder mejorar y potenciar a Luna, para lo que esta necesitará acumular Flujo Rojo, lo que viene siendo la moneda del juego por la que intercambiarla por dichos objetos y ventajas.
Entre estas ventajas que iremos adquiriendo también por distintas secciones del mapa, están las posibilidades de tener una especie de dash (al comienzo solo podemos deslizarnos por el suelo) y también sujetarnos a paredes o salientes, entre otras cosas.
También disponemos de unos puntos de control llamados estaciones de reparación, que de normal salen tras cargarnos a ciertos mini-bosses, que nos sirven para restaurar nuestra vida, ajustar las características de nuestro personaje y como no, equipar unos aumentos en el exo-traje de Luna.
Estos funcionan como habilidades pasivas que nos permiten obtener ventajas en exploración, combate y vida, pero hay que saber como administrarlos, porque al igual que en CyberPunk 2077 con el Cyberware, debemos controlar la cantidad límite de la batería que tenemos y lo que estos aumentos consumen, siendo de 0,5 al principio y llegando a mayores cifras y ocupando toda la batería.
Por suerte, repartido por el mundo encontramos más capacidad de batería o podemos comprarla en las tiendas disponibles.
Apartado Técnico
Rebel Transmute se siente no solo un metroidvania de la vieja escuela en su jugabilidad o características, si no también en su diseño y arte, trayendo un pixel-art que juega entre los 8 y 16-bits de una forma muy inteligente, con personajes, enemigos y escenarios muy bien diseñados y representados, sobre todo estos últimos en cada uno de sus biomas.
También dispone de unas cutscenes muy vistosas que al principio del juego nos cuentan la historia de una forma muy visual y práctica.
Las animaciones no desentonan en absoluto y van en concordancia con todo lo que muestra el juego en general.
En el tema sonidos cumple sobradamente, aunque pueda pecar en ocasiones de excesiva simpleza, pero es la banda sonora la que a nivel personal, más patina y desentona con temas excesivamente ambientales que me han recordado por momentos a bandas sonoras de juegos como Ecco the Dolphin.
El juego viene traducido al castellano y a veces "peca" un poco de meter ciertos modismos de andar por casa que pueden parecer estar fuera de contexto, pero en ocasiones logran sacar una sonrisa.
Conclusiones
Un título ideal para los amantes de los Metroidvania clásicos que incluye además un modo para los speedrunners de turno que les gusta pasarse un juego sin mirar atrás. Por cierto, el record está en unos veinte minutos, aunque el juego entre muertes y reinicios, puede sobrepasar o llegar a las diez horas.