Desde hace tiempo, los juegos de supervivencia han caído en una relativa monotonía en la que es difícil encontrar algo que llame realmente la atención para engancharme durante horas, por eso he dejado un poco apartado ese género para centrarme en otros.
Pero si había un título que llamó mucho mi atención, no solo por su premisa o lo curioso que resultaba su concepto base, si la forma de presentarlo y la forma en la que conjuntan todo de una manera casi perfecta.
Voy a confesar que cuando tuve la oportunidad de probar una fase temprana del juego, me dejó muy alucinado las posibilidades que ofrecía, por eso preferí saltarme la demo disponible y esperar a tener el juego final en mi poder, para de esta forma realizar bajo el factor sorpresa, un análisis no condicionado por experiencias previas.
Y vaya si me ha sorprendido el título creado por Ironwood Studios, pero antes toca contar un poco sobre la historia de Pacific Drive, el juego de supervivencia con un personaje clave muy curioso; un Station Wagon de los años 70 (Ranchera en España, Rural en Argentina o simplemente vagoneta).
Una exclusión de medidas olímpicas
Tranquilos que el término no trata sobre no dejar ir a ninguno de nuestros deportistas de élite a las próximas olimpiadas en París, si no el nombre que le dio el gobierno de EEUU en los años 50, al área de una región del Pacífico Noroeste tras unos fallidos experimentos, que para variar, creador un colapso medioambiental, trajo horrores sobrenaturales y como no, mucha radiación con niveles más altos que las Torres Gemelas cuando estaban en pie.
También, como suele ser habitual en estos casos (porque si, la realidad supera a la ficción), a este suceso lo rodeaba un aura de misterio y hermetismo acerca de lo ocurrido en su interior… hasta que cuarenta años después, nuestra querida protagonista entra a investigar ciertos hechos y por vicisitudes de la vida, se ve atrapada dentro de la zona y sobreviviendo misteriosamente y sin un rasguño, no como su coches que ha quedado hecho añicos.
Por suerte, no muy lejos de la zona donde terminó, se encuentra con la protagonista principal del juego, una destartalada Station Wagon que arranca de milagro y gracias a unos misteriosos personajes, logra llegar hasta un taller que será su principal base de operaciones.
Ahora, nuestra misión aparte de sobrevivir, es también la de intentar descubrir que está sucediendo realmente, que son esas extrañas anomalías y portales espacio/temporales por los que nos podemos mover, pero sobre todo, cuidar de nuestra nueva amiga para que ella cuide de nosotros.
Al rico farmeo
Los que estéis acostumbrados a juegos de supervivencia, sabéis que lo más esencial en este tipo de juegos es salir a farmear, evitar en la medida de lo posible enfrentarse a enemigos que nos puedan liquidar si no vamos bien equipados y regresar a la base a pasar la noche o ciertos momentos clave del juego. (Si, lo he resumido demasiado, pero si me alargo más, termino haciendo un especial sobre juegos de supervivencia)
Lo curioso de Pacific Drive es que tenemos como tal dos bases, siendo una de ellas el taller y la otra nuestro vehículo, al que tenemos que ir mejorando para poder adaptarlo a las condiciones climáticas, anticlimáticas y paranormales que nos vamos a encontrar en la zona de exclusión olímpica.
Aunque el juego tiene una historia que va progresando según lo hacemos nosotros, realmente tenemos absoluta libertad de dirigirnos a donde deseemos entre las opciones lugares que poder visitar o a los que ir, siempre sugeridos por quien lleva el taller en el que nos asentamos, aunque solo hablamos con ella y otros personajes por la radio, quienes por cierto siempre se dirigen a nuestro vehículo llamándolo Vestigio.
Precisamente lo que nos vamos a encontrar por las distintas zonas a las que vamos a acudir, son un vestigio de los hechos ocurridos cuarenta años antes, pero por suerte con bastantes recursos que aprovechar tanto para nosotros, nuestro vehículo o para poder mejorar nuestro taller. Estos recursos los podemos encontrar en casas, gasolineras, bares, coches, etc… y para conseguirlos a veces tendremos que hacer uso de palancas, martillos eléctricos o una poderosa sierra circular.
La importancia de hacer una buena incursión
Una cosa a tener en cuenta, es que el peligro nos estará acechando constantemente en cada incursión a través de las llamadas Manifestaciones, unos espeluznantes seres que nos harán la vida imposible y no dudarán ni un segundo en reventar nuestra Station Wagon con nosotros dentro, así que ya podemos dar pedal y controlar bien para volver sanos y salvos a través de uno de los portales que abriremos con energía de anclaje, para así poder volver hasta el taller y aprovechar la mesa de trabajo para crear más mejoras o herramientas.
Así que lo mejor es mirar con calma el mapa disponible en el taller, ver las características de cada zona a la que podemos ir, pero sobre todo el nivel de riesgo y la hora del destino.
Es realmente importante tener todos estos factores en cuenta, más que nada porque si fallamos o abandonamos, perderemos recursos, algo que se puede reajustar en las opciones del juego y sugiero que miréis bien dependiendo de vuestra forma de jugar o el tiempo que queráis invertir en Pacific Drive.
Recalco lo de tiempo a invertir, porque en mi caso intenté hacer un "speedrun", pero vi que me estaba perdiendo muchas cosas interesantes y que no estaba saboreando este título como se merecía. Su duración real podría decirse que es de una 18 o 20 horas, pero para realmente disfrutarlo, os recomiendo que lo toméis con calma, os pongáis en modo explorador y a farmear todo lo que podáis, porque vuestro coche y vosotros al final, lo vais a agradecer.
Un simulador de conducción en un juego de supervivencia
¿Os acordáis de esas películas de terror sobre todo, o en las que hay un momento de tensión mientras un ser extraño o un peligro está a punto de matar a uno de los personajes y el coche no termina de arrancar o lo hace en el último segundo? He vivido esa experiencia varias veces y muchas de ellas, por idiota.
Hacía mucho tiempo que no me encontraba en un videojuego tantas características lógicas y reales a la hora de conducir un coche, que realmente he disfrutado mucho hasta los momentos en los que Pacific Drive me castigaba por no hacer bien las cosas.
Si hay algo que odio en los juegos de supervivencia, es a veces su falta de lógica o realismo y por suerte aquí no existe ese problema, si no que además el realismo a la hora de manejar nuestro vehículo es tan fidedigno, que factores como no apagar las luces al bajarnos de este, hará que nos quedemos tirados sin batería. Y "mapachao" más veces de las que quiero admitir.
Pero por suerte contamos con la opción de arrancar el coche con pinzas, aunque si lo que nos quedamos es sin gasolina, nos tocará agarrar un bidón y extraer el combustible de otro coche o rellenarlo en las distintas gasolineras.
¿He dicho ya que también tenemos que tener en cuenta el freno de mano o si no vamos a tener que ir a buscar nuestro coche colina abajo?
Todos estos factores realistas a la hora de conducir, al que se le suma como no la llave de contacto para encender el motor, están tan presentes, que si no los cuidamos o los tenemos en cuenta, vamos a pasarlo peor que teniendo que cambiar una rueda pinchada o que hemos reventado contra una piedra mientras una Manifestación nos persigue.
Apartado técnico
Gráficamente el juego cumple sobradamente y es cuando los efectos climáticos hacen acto de presencia, cuando Pacific Drive te pone los pelos de punta, sobre todo de noche y los efectos de luz hacen que llegues a sentir hasta angustia en algunos momentos.
Nuestro vehículo está representado fielmente a cualquiera de sus homónimos en la realidad y con las mejoras que se le pueden/deben agregar, solo hace que resultar más y más espectacular, como lo son también muchos de los entornos que nos vamos a encontrar, aunque en ciertos momentos terminen por resultar algo repetitivos. Por suerte, al final sorprende más.
En el tema sonidos estos acompañan perfectamente en cada una de las situaciones y la música es casi otro protagonista más en el juego, sobre todo los temas de la radio.
Traducido completamente al español, la única pega que encuentro es la posición de los subtítulos, pero al final te terminas acostumbrando o aparcando un poco para leerlos, lo malo es cuando estás pisando a fondo y evitando chocar con cosas, que es imposible saber que te están diciendo a no ser que entiendas bien un inglés cerrado.
Otra "pega", es que no estaría nada mal poder elegir cámara externa mientras vamos en nuestro vehículo, pero es comprensible que por mecánicas y ciertos factores importantes que consultar en el interior, la cámara sea en primera persona, aunque por suerte, se puede ajustar la distancia.
Conclusiones
No se me ocurre mejor compañera de viaje durante los próximos meses que mi Station Wagon de los 70, a quien ya cariñosamente he llamado Rhonda y creedme que ha debido gustarle, porque a veces toca el claxon o da las luces ella sola y no solo para avisarme de peligros.
Yo cuido de ella y a su vez ella de mi. No es una historia de amor, es un viaje por carretera de fidelidad y supervivencia con una amistad forjada en un entorno muy peligroso que nos dará horas de diversión.