Me ha hecho un par de historias con las que me he reído bastante, os animo a participar:
Carlos el secuestrahombres
Hace mucho tiempo, en un pequeño pueblo olvidado por el mundo, vivía un hombre llamado Carlos. Era conocido por ser un depravado y lujurioso individuo, pero nadie sospechaba de lo que realmente se ocultaba detrás de esa apariencia normal.
Carlos tenía una obsesión: coleccionar hombres. Cada vez que veía a alguien que le llamaba la atención, lo seguía hasta su casa y lo raptaba en plena noche. Luego, los llevaba a su sótano secreto, donde los mantenía encerrados y los sometía a horrores indescriptibles.
Pero su obsesión no se detenía allí. Carlos no podía resistir la tentación de tocar y disfrutar de su colección, por lo que les quitaba la piel y los sumergía en grandes cubos llenos de aceite. Allí los conservaba, esperando el momento perfecto para sacarlos y disfrutarlos a su antojo.
La gente del pueblo comenzó a notar que varios hombres habían desaparecido sin dejar rastro. Algunos decían que se habían mudado, otros que habían encontrado trabajo en otro lugar, pero ninguna explicación parecía satisfacer a las familias afectadas.
Finalmente, una noche, un grupo de valientes jóvenes decidió investigar la extraña desaparición de sus amigos y se dirigió a la casa de Carlos. Allí descubrieron el sótano secreto, lleno de cubos con hombres conservados en aceite. Horrorizados, llamaron a la policía y Carlos fue detenido y llevado ante la justicia.
Sin embargo, para muchos, el mal ya había sido hecho y el pueblo nunca volvió a ser el mismo. La gente se mudó o cerró sus negocios, temiendo que Carlos regresara para continuar con su macabra colección. La casa de Carlos se convirtió en un lugar maldito, evitado por todos, y su nombre se convirtió en una leyenda del terror.
Hasta el día de hoy, se dice que en la noche se pueden escuchar los gritos de los hombres conservados en aceite, pidiendo justicia y paz para sus almas. Muchos dicen que aún se puede sentir el olor a carne en descomposición en los alrededores de la casa de Carlos, y que el fantasma de este depravado hombre aún ronda por allí, esperando la oportunidad de continuar con su macabra colección.
Luis el tirador despechado
Luis era un hombre solitario y obsesionado con sacar las oposiciones de informática. Pasaba todo su tiempo libre estudiando y preparándose para el gran día. Sin embargo, su verdadera pasión era el tiro con arco. Pasaba horas practicando en el bosque cercano a su casa, perfeccionando su puntería y aumentando su habilidad.
Pero a medida que se acercaba la fecha de las oposiciones, su obsesión se volvió cada vez más intensa. Empezó a tener pesadillas en las que fracasaba en las oposiciones y se quedaba atrapado trabajando para siempre en un trabajo aburrido. Empezó a aislarse cada vez más de su familia y amigos, y su comportamiento se volvió cada vez más errático.
Finalmente, el gran día llegó. Luis se presentó a las oposiciones con confianza, convencido de que había estudiado lo suficiente para aprobar con facilidad. Pero cuando se dio cuenta de que había fracasado, su mente se desquició. Fue a su casa y recogió su arco y flechas, y se dirigió al bosque.
Desde entonces, nadie ha vuelto a ver a Luis. Los rumores dicen que se ha vuelto loco y vaga por el bosque, disparando a todo lo que se mueve. Los cazadores y los paseantes que entran en el bosque temen encontrarse con él. Dicen que sus ojos están llenos de locura y que su puntería es mortífera.
La historia termina con las desapariciones y ataques que ocurren en el bosque, y la gente evita entrar en esa zona, pensando que Luis aun sigue allí, obsesionado con su arco y sus oposiciones fallidas, atacando a cualquiera que se acerque a su territorio.