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Backbone Análisis: La historia de un mapache depresivo

Análisis Backbone

La distopía animal

Parece que la temática de detectives está ganando popularidad nuevamente en el mundo de los videojuegos. No obstante, todos estos han intentado algo distinto, diferenciándose a pesar de usar la misma inspiración. Este es el caso de Backbone, un curioso juego con una ciudad que esconde grandes secretos y que tendremos que descubrir mediante el don de la palabra.

Aquí hay gato encerrado

Howard Lotor es un investigador privado cuyos años dorados jamás existieron. No nos encontramos ante un protagonista frustrado porque su tiempo ya pasó, sino que tiene conflictos sobre sí mismo y su oficio.

Tomando un camino opuesto a lo que se nos suele mostrar con los protagonistas de estas historias, Howard representa el eje central de la historia que se desarrollará a lo largo de la obra.

Estando en su despacho, recibe una llamada de una cliente, la cual solicita vernos en persona. Esta señora nos cuenta que tiene sospechas de que su marido le está siendo infiel y quiere confirmarlo. El mapache acepta el trabajo.

Lo que comienza con una investigación sobre una aventura amorosa, se va desenvolviendo en una serie de eventos que cambiarán la vida de Howard y todos los que le rodean. Quizás esta sea su oportunidad para ser especial.

No quiero entrar en detalles porque cualquier mínimo desliz podría arruinar por completo la experiencia, pero, puedo decir que es algo muy original.

Como lo es propio de las distopías, el mundo que Backbone nos retrata, se esfuerza lo máximo posible por hacernos reflexionar, cuestionarnos la moral y hacer una crítica hacia nuestra sociedad. Esto se refleja también en su variopinto elenco de personajes.

A lo largo de la trama, conoceremos distintos animales que nos ayudarán en nuestra misión, como Renee, una zorra escritora y Anatoly, nuestro leal amigo castor. Todos estos tienen profundidad en mayor o menor medida y tendrán siempre algo que contarnos.

La historia de Backbone no es una historia que se acostumbre a ver en este medio. Esta es la vida de Howard, un pequeño mapache que tiene serios problemas y muchos conflictos internos. Solo por descubrir todo lo que este título tiene para contarnos, vale la pena.

La labor del detective

Nuestro miserable mapache a duras penas es capaz de pagar el arriendo de su apartamento, por lo cual no es de sorprenderse que tenga poco o nada para ejercer su labor.

Afortunadamente, es un conversador de primera, el cual no tendrá miedo de usar sus habilidades y astucia para conseguir su objetivo.

La jugabilidad de Backbone se plantea en dos secciones: exploración y conversación. En la primera, tendremos que desplazarnos por distintos escenarios, resolviendo puzles e investigando para encontrar detalles o personajes a los cuales sacarles algo de información.

En la otra parte, tenemos las conversaciones. Cuando interactuemos con un personaje, se nos pondrá a disposición una lista de frases que podremos usar para continuar la plática. Dependiendo de lo que digamos, podremos obtener información adicional y conocer un poco más sobre el mundo, los personajes y la investigación.

Pese a esto, la trama de Backbone es lineal, así que, sin importar lo que digas, la historia avanzará y acabará de la misma forma. Esa falsa sensación de libertad limita al juego en muchos aspectos. Puede que esto haya sido una decisión a nivel narrativo, a causa de los temas que se tocan a lo largo del juego. Sea cual haya sido la razón, hubiera sido genial explorar otras alternativas en cuanto al desarrollo de la trama.

Backbone no escatima en incluir diversos tópicos filosóficos y ante los cuales podremos plantear nuestra propia postura. Esto se ve reforzado por el final del juego, un clímax que puede resultar insatisfactorio para muchos, pero, que le sienta como un guante al mensaje que intenta transmitir.

De forma adicional, tendremos algunas secciones de sigilo, donde deberemos mantenernos entre las sombras y evitar a toda costa los enemigos.

La decadencia es mejor con jazz

La tendencia de combinar el pixelart con elementos 3D es algo que está siendo empleado por muchos estudios. No obstante, creo que ningún título lo ha logrado tan bien como Backbone.

El equipo de EggNut ha hecho el juego en Unreal Engine, una decisión que les ha permitido desplegar un estilo visual de primera. Además de su pixelart cuidado hasta el más mínimo detalle, se han agregado sombras, reflejos y partículas con efectos 3D.

Todo esto se complementa y otorga un resultado precioso a nivel visual. No hay nada que se sienta fuera de lugar y los momentos en los que saca todas sus cartas, son un deleite para la vista.

Los escenarios también están dotados de identidad, con una paleta de colores bien pensada y zonas que se diferencian entre sí.

En cuanto a la música de Backbone, es más de lo que estamos acostumbrados con los detectives, mucho jazz y música de bares. Pero, aquí se intenta variar un poco, añadiendo composiciones que reflejan un estilo de vida desolador, reforzando la idea de la ciudad distópica.

Ya para terminar, no me queda más que recomendar encarecidamente Backbone. No es perfecto, no es lo mejor que ha existido, pero, es una experiencia única que nos plantea un conflicto real.

Este es el viaje de un mapache común y armado con sus palabras. Enfréntate a una sociedad en decadencia mientras te cuestionas la existencia misma y las razones para seguir aquí. ¿Serás capaz de darle a Howard esos años dorados que tanto ha anhelado?

[review_summary positive_heading=”Lo bueno” positives=”Historia profunda y atrapante.
Ambientación noir muy bien lograda.
Buena combinación de estilos visuales.
Un soundtrack que nos sumerge en un mundo distópico.” negative_heading=”Lo malo” negatives=”Falsa sensación de libertad.
No está disponible en español.”]
Historia
9.0

Gráficos
8.0

Jugabilidad
7.0

Música / Sonido
8.0

Ambientación
8.0
[/review_summary]

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