Space Commander nos intentará llevar por el espacio con misiones de mercado, escolta o defensa de objetivos sin una historia que la respalde detrás. Es un juego que intenta crear un mundo abierto en territorio espacial con objetivos muy directos.
Como mola mi nave espacial
Además de las misiones, el otro objetivo del juego es comprar y expandir nuestras propias bases espaciales y así poder personalizar, mejorar y comprar naves de mayor potencia o transporte.
Y es que tenemos un número bastante significativo de naves y tipos, básicamente desde naves atacantes, transportadoras o centradas en una defensa más férrea.
Al poder personalizar cada nave tanto en color como en complementos, ninguna será parecida a otra. Sin olvidar que hay un buen número de modelos que podremos adquirir conforme consigamos “cash“. Aun así, la personalización tampoco es que sea especialmente profunda, ya que poco más se puede cambiar a nivel de diseño que no sean los colores, y el resto está destinado a mejoras de arma, potencia, defensa y carga que pueda llevar.
Campañas desacompañadas
Space Commander intenta que sigamos una serie de campañas, pero la falta de diálogos hablados y la cantidad de texto mal acompasado y dosificado, no nos acaba motivando ni siquiera a leerlas, lo que las convierte en insípidas y desmotivadoras.
Igualmente casi no será necesario prestarles atención, ya que será sencillo ver qué objetivos tenemos que cumplir en cada misión de la campaña o secundarias.
El espacio nunca fue tan pequeño
Aunque tenemos un gran número de sitios que visitar en un espacio tan sumamente inmenso, nunca antes me había parecido tan complejamente enano una vez estamos en la nave. Y es que, cada zona a la que llegamos tiene una dimensión bastante reducida y no nos permite ir a la siguiente ubicación aunque esté casi al lado, algo que le quita parte del sentido de ir en una nave espacial.
La parte positiva es que todas las localizaciones son bastante interesantes y muchas orbitan alrededor de planetas cercanos conocidos de nuestra propia galaxia. Eso garantiza unas vistas bastante alentadoras y en algunas ocasiones impresionantes, con buenos efectos de luz y motivadores paisajes espaciales.
¿Espacio divertido o espacio reducido?
Space Commander no es un juego especialmente complejo. De hecho, el control de la nave es bastante intuitivo y más allá de disparar con diferentes tipos de arma, y que sólo se puede llevar dos, no nos complica mucho las misiones.
Eso no quiere decir que no lleguen a ser difíciles algunas veces, puesto que el arma o nave que llevemos no siempre será igual de eficaz contra los enemigos espaciales a derribar.
Su mayor aliciente es quizá el conseguir nuevas naves y expandir nuestras bases espaciales al máximo para poder conseguir nuevas armas y mejoras, lo que lo convierte en un juego bastante básico.
Conclusión final:
Es un juego entretenido y que se deja jugar, interesante para echar pequeñas batidas de la campaña o las misiones secundarias, pero no es un título especialmente destacable en nada, se queda a las puertas de ser algo más.
Buenos efectos visuales espaciales.
Múltiples naves.” negatives=”Personalización nimia.
Mucho texto que nos dice poco.
Sencillo y poco adictivo.” reader_ratings=”true” title=”” summary=””]