Análisis de Humankind – Conquistando todas las épocas

HUMANKIND – Estrategia y gestión por turnos

El nuevo titulo de AMPLITUDE Studios, HUMANKIND, nos lleva en su pequeño mundo abierto a conquistar territorios y evolucionar nuestra especie con conocimientos y religión. El titulo no presenta muchas diferencias con otros ya conocidos del estudio de desarrollo como Endless Legend, al que también le dedique mucho tiempo de juego.

Dando personalidad a nuestro conquistador

Antes de comenzar, si queremos podemos personalizar el avatar del que será el representante de nuestro pueblo y conquistador de territorios.
Las opciones de personalización no son especialmente amplias y tampoco es que tenga una mayor trascendencia en la partida.

Si que podemos cambiar otras cosas de la IA, que afectaran a nuestro juego y que irán asociadas al avatar. Eso le puede añadir algunas facilidades o dificultades extra.

Otra de las opciones que escogemos antes de comenzar finalmente con nuestra partida, es el tipo de ayuda que recibimos durante cada evento del juego, entre básica, avanzada o nada.
Una ayuda, que sin duda será fundamental, para entender todas las opciones de gestión y el cometido de cada parámetro. Yo he usado el avanzado y la verdad es que te ayuda mucho a comprender todo el sistema, eso no quiere decir que luego consigas aplicarlo eficazmente al momento.

Repasando los albores de la humanidad

HUMANKIND te irá llevando lentamente a cada etapa de la evolución dentro de la humanidad, mientras conquistas territorios, sometes a otras poblaciones o eres sometido. La verdad es que su escalabilidad en la dificultad no me ha parecido tener un termino medio.
Es decir, al comienzo todo es bastante sencillo y nos deja tiempo para adaptarnos, pero acabamos evolucionando muy rápidamente y nos acaba dejando atrás. Pero aunque acabes siendo avasallado, puedes conseguir remontar y reconstruir tu imperio, aunque te costará bastante más y necesitaras el apoyo de tus aliados o buscarlos.

Al igual que ha pasado con los diferentes pueblos de la humanidad, adaptarnos o ser fieles a nuestros idealismos, afectará a nuestro momento evolutivo. Por consecuencia, cuanto más dinámicos en todos los ámbitos consigamos ser, más preparados estaremos para el siguiente paso.

Esta adaptabilidad o fidelidad, pasa desde la religión a los idealismos políticos, así como costumbres heredadas de los pueblos conquistados. Lo más interesante es, que aunque tomemos decisiones que en primera instancia nos parecen bien, siempre podremos corregirlas más adelante, si nuestro camino a la evolución no concuerda con ellas.

Todas estas decisiones nos pasan factura en la popularidad como gobernante y también en ganarnos el favor de nuestros aliados o posibles aliados.

Territorio veo, territorio quiero – En busca de recursos

Nos vamos a encontrar con recursos no reconocibles en nuestro momento de desarrollo, pero más adelante será importante mantenerlos, ya que pueden suponer un gran factor en nuestra economía y el comercio entre los otros conquistadores.
Explotarlos adecuadamente será una tarea difícil, porque nuestros enemigos pueden decidir invadirnos y quitárnoslos, es lo que le suma importancia a toda la interacción entre pueblos y la adaptabilidad en consecuencia.

La gestión del espacio de nuestra región también acaba siendo importante, haciendo que le des prioridad al cultivo o la defensa, destruyendo y construyendo nuestra pequeña metrópolis rudimentaria. Lo bueno es que la inteligencia artificial nos aconseja bastante bien donde implantar algunos de los recursos, pero el resto depende de nosotros.

Tener muchas ciudades también puede ser perjudicial, pero siempre podemos anexionarlas a una principal y gestionarlo todo desde allí. También podemos separar las regiones que nos parezcan más “autosuficientes” o que vayan a cederse al enemigo por innumerables derrotas…

Una IA enemiga de la ayuda

Las negociaciones con los diferentes lideres de los territorios no suelen ser equitativas, salvo que seas un indomable amante de la guerra, ya que negociar con ellos de forma favorable casi siempre nos dará malos resultados. Pocas veces aceptaran nuestras exigencias, aun teniendo todas las cartas a nuestro favor.
Eso también dice mucho de la IA, que no busca aliados y siempre intenta crear fricciones entre aliados o reinados en paz.

Estrategia de la verdad sin justicia

Otra de las situaciones donde la propia inteligencia del juego favorece a nuestros enemigos, es en las batallas entre ejércitos por turnos. Aun cuando tenemos un factor mayoritario, si simulamos el resultado, esta puede darle la victoria a nuestro enemigo, mientras que si optamos por la batalla manual y gestionamos en todo momento los posicionamientos y ataque, podremos ganar aun teniendo desventaja (siempre que no sea excesiva).

Narrando los hechos de una realidad paralela

La verdad es que el apartado técnico de HUMANKIND no es especialmente apabullante ni generoso visualmente, dejándonos con pequeñas introducciones en cel-shading tipo cómic animado, muy bien narradas, eso sí.
El mapa tiene buenos elementos de relieve y según alzamos la cámara nos cambia a diferentes planos, entre topológico, territorial o de transito (este ultimo más rudimentario). En ese aspecto si lo he encontrado más interesante, al ofrecernos unos mapas bastante realistas incluyendo varios entornos en ellos.

En cuanto al resto de construcciones, no destacan especialmente y solo empiezan a ser interesantes al alcanzar ciertas cumbres de evolución, donde se empiezan a alzar los diversos monumentos del mundo.

Los temas musicales van cambiando y se van adaptando muy bien a cada edad que conseguimos avanzar. Aunque lo que más destaca es el narrador que realiza las breves introducciones a ellas y a nuestros avances, pese a estar solo en inglés. Sin duda hace una gran interpretación.

Pocos modos, pero mucha adicción

Más allá del mundo abierto que nos ofrece HUMANKIND, no encontramos nada más, a excepción del modo multijugador, por lo que no tiene una o varias campañas predefinidas y que nos marquen objetivos. Nuestros objetivos van a estar claros desde el comienzo y serán recompensados en base a nuestro esfuerzo, tomando forma como “logros” y estrellas en la campaña.

A pesar de la ausencia de estos, no quiere decir que el juego no sea sumamente adictivo. Y es que conquistar territorios y evitar ser conquistado mientras gestionas tu imperio, nos va a quitar horas sin contemplación.

Conclusión final:

HUMANKIND ofrece mucho entretenimiento, nos deja una sensación de horas vacías y sin trascendencia. Eso para los amantes de una buena trama mientras disfrutan de una partida, puede ser un paso atrás. Sin embargo, para los amantes del genero que no la necesitan, es el juego perfecto.