Icono del sitio Comuesp

Against the Storm – Avance

¿De dónde vino?

De Eremite Games y Hooded Horse llega Against The Storm, un constructor de ciudades de fantasía roguelite donde la destrucción es inevitable. Una combinación perfecta que fue capaz de realizar este juego.

El comienzo

Tras pasar un largo tiempo en Against the Storm gestionando una ciudad condenada llena de lagartos, humanos y castores en un mundo en el que llueve constantemente, nos hemos dado cuenta de que odiamos la lluvia, pero ésto dejémoslo para más tarde.

Against the Storm es un constructor de ciudades roguelite ambientado en un mundo de fantasía realmente sombrío. Artísticamente es uno de los juegos de estrategia en tiempo real más bonitos que hemos jugado o, para ser sinceros, que hemos visto últimamente.

Como hemos dicho, es un constructor de ciudades, al igual que la nueva estrella del género “Manor Lords” pero con una estética absolutamente diferente que probablemente será atractiva para los fans de RTS como de Warcraft. La paleta de colores es preciosa, la dirección artística es genial, lo que no es tan genial es la lluvia.

Lo sabemos, lo sabemos, crea la atmósfera y todo eso, pero preferiríamos jugar a este juego sin ella. Sinceramente, nunca lo hemos comprobado, tal vez podríamos desactivarlo en la configuración en algún lugar, tal vez nuestra conciencia dice que la dejemos y por eso no nos hemos fijado, quien sabe.

Pero. . . quitando la lluvia, ¿Qué tengo que hacer?

En el juego, nuestro objetivo era sobrevivir el tiempo suficiente para reunir los valiosos recursos necesarios para reconstruir y mejorar la ciudad.

Así que, puedes pensar que estos castores y lagartos están condenados bajo nuestro nefasto mando, pero. . . ¿qué te esperabas, qué consiguiéramos salvarlos a la primera? pues déjanos decirte que no fue así. Pero al final se logró.

La mecánica del juego es sencilla pero realmente genial. Te sitúas en medio del bosque y ese bosque está lleno de lugares misteriosos que debes explorar. Puedes elegir entre cortar los árboles y llegar a ellos, o vivir en la ignorancia para siempre (cosa que en algún momento hemos preferido pues nos daba miedo jugar a las apuestas).

Aunque muchos de estos lugares en Against the Storm son agradables y te darán cosas bonitas, desde edificios hasta huevos de pájaro o extraños caracoles carnosos que tu gente podría comer y ser feliz; ¡No pongas esa cara que más de uno hemos pensado en probarlos en la vida real!

¡Pero algunos de estos lugares en Against the Storm están malditos! ¡Y muy peligrosos! Por ejemplo, un templo abandonado que encontramos mató a nuestros castores y lagartos, pero lo peor de todo es que aparecían totems todo el rato. ¡Era como una plaga! Y teníamos que completar la misión antes de que se acabara el tiempo, de lo contrario, más de mis habitantes se enfrentarían a una muerte segura.

Múltiples opciones

Against The Storm encuentra constantemente formas de lanzarte múltiples objetivos a la vez. Hay tres razones principales por las que puedes querer encargar ciertos edificios: supervivencia básica, órdenes de la reina y mantener a los ciudadanos contentos.

Hacer malabarismos con estos diferentes objetivos para ganar reputación y no abandonar el mapa en desgracia, es un bucle de juego increíblemente adictivo, pero algunos de ellos merecen más explicación.

Por sí mismos, cada ciudadano no es demasiado complicado; ten algo de comida y algo de refugio, y estarán bien trabajando para ti. Lo que sí es complicado es que no sólo quieres que tus ciudadanos trabajen, sino que los quieres realmente satisfechos, porque si alcanzas un determinado umbral, empezarás a ganar la reputación de ganador del juego que estás buscando. Lo que añade al montón es que hay diferentes tipos de ciudadanos.

No es para todo el mundo

Against the Storm funciona de manera que te quedas constantemente sin gente. Cuando construyas algún edificio necesario, y todos lo son, tendrás que asignarle algunos trabajadores. Normalmente hasta tres. Por ejemplo, si quieres talar rápidamente el bosque, asignas más trabajadores a la tala del bosque y así sucesivamente.

Pero entonces no tienes gente para construir tus otros edificios o recoger carne del bosque. Así que necesitas construir más refugios para que más de estos pobres castores puedan vivir en tu próspera ciudad.

Así que si no eres bueno o por lo menos decente a la hora de gestionar, este juego se te va a hacer cuesta arriba, sin embargo no es nada que tras practicar y practicar no se pueda solucionar. Cada vez que fallas, puedes volver a empezar con mejores edificios y mejor equipamiento

Apartado musical y sonido

En cuanto al apartado musical está muy bien lograda cambiando el tempo y los distintos ritmos dependiendo de donde te encuentres. Luego tenemos los sonidos que nos encontraremos a la hora de jugar tanto de los aldeanos, como de los malditos truenos y relámpagos como del mismísimo fuego. Sin duda todo dará lugar a sumergirse de lleno en este RTS una vez que empiezas a jugar, haciéndo perder la noción del tiempo, cosa que nos ha pasado a nosotros. Algunos ya los perdimos en las primeras horas tras probarlos, otros siguen resistiendo.

Conclusión

El juego completo tiene cinco biomas, no sólo bosques frondosos. El “árbol tecnológico” te permite avanzar para desbloquear aspectos más importantes del juego, como el comercio. La historia de la Ciudad Ardiente, la horrible lluvia de tizones y la misteriosa reina. De todos modos, Against The Storm se ve y se juega muy bien. Todo es genial. Excepto la lluvia.

Pero sin duda es un RTS que a los jugadores de Warcraft les encantará jugar por su estilo, y a todo buen amante del RTS tampoco le defraudará. Así que mi recomendación es que pares ahora mismo de leer y vayas directamente a comprarlo, sin duda es un juego que deberás tener en tu biblioteca.

Imagino que habrá algún contenido añadido y ajustes para equilibrar los eventos y las penalizaciones, pero en general, el juego es realmente una gran experiencia que no puedo recomendar lo suficiente.

¿Quieres ver más noticias como esta? Échale un ojo a la sección de noticias.

Salir de la versión móvil